martes, 16 de junio de 2009

ASESINATO

Y es su sombra como una tempestad,
a la cual fijamente,
todo el tiempo del mundo,
tras triste vida esperando,
más esa cada minuto pareceme,
que el rostro me tapa,
y es entonces como cientos y cientos,
de chasquidos inundan como lluvia mi rostro,
ocupandome mi mente en úna unica postre.

Dolor y dolor,
placentero dolor,
que de sangre cubre mi rostro,
y más pareceme a mi alrededor,
perlas que de los cielos brotan,
purpuras que con el barro enmudecen.

Y solo es mi corazón unico salvo,
que sabe bien negro esperar,
a su fin esperando,
tan ansiado momento,
por un momento detienese.

Deja el viento de soplar,
deja la lluvia de caer,
y por un segundo,
solo se respiira sangre,
y el cielo de blanco se tiñe,
y es el humedo asfalto,
jardín de la blancura,
el mundo puro espera,
las sobrias puertas al infierno abrense,
a la inmensidad de la oscuridad.

Espera...

Un ojo negro apuntame,
mostrandome cual es mi despertar,
al mundo alzo última vez mi vista,
y no teniendo nada que en el corazón guardar,
ni por lo que luchar,
por última vez digo,
adios...



Y estrella negra ante mi estalla,
en mis ojos se delata,
brotando rojo manantial,
fontana de la vida,
en rojo mi mundo blanco tiñe.

Y es mi cuerpo que aqui perenne yace,
cadaver uno solo,
perdido en la infinitud,
de lo que concibe la vida,
sin nombre y sin rostro.

Muerte

Autor: Alexander Rol

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