Autor: JaviG
Por fin acabé con todo aquél menosprecio. Aquí estoy, sentado en la oscuridad de mi habitación, alumbrado sólo por el fuego de una pequeña vela a punto de consumirse,
sin sacar de mi mente aquella imagen aterradora. No podía olvidar como golpeé con toda mi energía su cabeza con aquella botella de champán vacía, no salía de mi mente la imagen de su cuerpo, tirado en el suelo, con la cabeza ensangrentada y un enorme charco de sangre a su alrededor. Mis manos aún estaban heladas, intentaba darme pequeños masajes para calentarlas pero esa sensación, por un lado de haber acabado con todo, por otra de haber perdido el control, no salía de mi cabeza…
Hace 1 mes
Entradas
Uno de los pocos que han convertido palabras que te llevan a una historia de amor en funebres frases. Felicidades.
ResponderEliminar