lunes, 20 de abril de 2009

Cuando una puerta se cierra…

Dicen que cuando una puerta se cierra se abre una ventana, en su caso, todas las puertas estaban cerradas y las ventanas habían desaparecido.
Cuando era niña no tuvo una infancia realmente feliz, su juventud la pasó entre centros de acogida y ahora que intentaba buscar sentido a su vida, llegó él.
Aparentemente todo era perfecto, para su vecindario eran una familia feliz pero todo cambiaba de casa para adentro.
Sin esperarlo cayeron en la monotonía.
Para cuando los primeros rayos de sol entraban por las rendijas de la persiana, ella ya estaba levantada, preparando el desayuno, con temor a que aquella “bestia” que tenía por marido se despertara con el pie izquierdo y lo pagara con ella una vez más.
La pobre mujer lo disculpaba diciendo que él normalmente no era así, que eran prontos que le daban, pero cuando un día, y al otro y al otro, oyes los golpes y los gritos, se te encoje el corazón y solamente piensas por favor que siga viva.
Un día de tantos, “la bestia” llegó a casa borracho, un mal día en el trabajo, peleas con los compañeros…y allí estaba ella, el “objeto” con el que él lo pagaba todo. A mi me mandaron a casa de la vecina pero lo seguía oyendo todo, como ya he dicho antes.
Oí insultos, amenazas, patadas, golpes y más golpes, y de repente silencio, un silencio que no había oído jamás, hasta que el ajetreado revoloteo de una mosca me despertó del shock en el que había entrado, y me hizo salir corriendo. No me hizo falta llamar al timbre pues la puerta no estaba cerrada y nada más entrar el mundo se me vino encima.
En medio del salón estaba ella tirada en un charco de sangre y a su lado “la bestia”. Él salió corriendo al verme y se suicidó tirándose por la ventana.
Sinceramente a sido lo mejor que ha hecho por mi en toda su vida, aquel cabrón, al cuál yo llamaba padre, acabó con la vida de la persona más importante para mi, aquella que me trajo al mundo y me lo dio todo, que nunca se dio por vencida y que luchó hasta el último momento, mi madre.

Autora: Celia León

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