jueves, 16 de abril de 2009

Los dos amigos

Esta es la historia de dos buenos amigos que, poco a poco y con el paso del tiempo, se habían hecho inseparables. Todas las tardes, cuando ambos acababan las clases y sus quehaceres, quedaban y se iban a dar una vuelta al parque que quedaba próximo a sus casas. Hablando de cualquier cosa, al final siempre acababan sentados en el mismo sitio: sobre la hierva, bajo la sombra de un enorme árbol, frente a un pequeño estanque sobre el que se deslizaba algún que otro pato. Hasta que se ponía el sol y llegaba la hora en la que debían volver a casa los dos jóvenes debatían, reían y bromeaban sin descanso.
Un día, mientras los dos se encontraban allí, uno de ellos le preguntó a su amigo:
- Oye, ¿tú qué es lo que más valoras de mí?
Su amigo, sorprendido por la pregunta y por el giro tan inesperado que había tomado la conversación, respondió a tono de broma:
- ¿Y a qué se supone que viene eso ahora? ¿Quieres un análisis psicológico o algo así? Sabes que para eso tendrás que pagarme, ¿no?
- Vale,vale, tienes razón- contestó el que había preguntado con la vista fija en el estanque- Supongo que era una tontería...
Tras lo cual ambos siguieron hablando de los mismos temas de siempre.

Al día siguiente cuando el chico al que su amigo le había formulado esa pregunta llegó a casa tras las clases se encontró a su madre llorando. Cuando, asustado, le preguntó qué era lo que había ocurrido ella le contestó que los padres de su amigo habían llamado para informar a la familia de que su hijo había muerto en un accidente de tráfico. Al oir aquello el joven, sin poder creerlo, soltó la mochila y salió corriendo de su casa. Corría esquivando gente, coches y todo cuanto encontraba en su camino sin dejar de correr. Aún cuando le faltaba el aire y sentía pinchazos en los costados lo único que hacía era repetirse "No puede ser. No puede ser. No es cierto".
Al final se detuvo cuando llegó a su objetivo: aquel trozo de hierva frente al estanque. Caminó lentamente y se dejó caer bajo la sombra del árbol. La realidad le golpeó con todas sus fuerzas al ver que su amigo no le esperaba allí y que, a partir de ese día, no iba a poder hacerlo nunca más.
Sin saber por qué y de dónde encontró la fuerza para ello el chico empezó a hablar:
- Lo que más valoro de tí es que desde el día en que te conocí has estado a mi lado siempre, tanto cuando te necesitaba como cuando no. Me encanta salir de clase y saber que voy a echarme unas risas contigo, sobre todo los jueves, que ya sabes que tengo física a última hora...- no pudo evitar que se le escapara una sonrisa nerviosa. Mientras notaba cómo las lágrimas surcaban su rostro el joven continuó- Siempre me ha hecho gracia la facilidad que tienes para sacar de quicio a Borja y cómo imitas de mal a Patricia. Y el día en que casi quemas tu cocina haciendo una tortilla de patatas...¿te acuerdas?- una risa quebrada le hizo cerrar los ojos- No se...son tantos los momentos y las cosas que valoro y me gustan de tí...ojalá te lo hubiese dicho ayer- hundiendo los dedos en la tierra, cada vez le costaba más controlas su sollozo- Lo siento mucho, de verdad, y te juro que hasta el día en que yo también muera te recordaré siempre, ¿vale?

Pasaron los años y todas las tardes el chico iba siempre solo al mismo lugar donde pasaba las horas sentado, con la vista fija en el estanque. La gente que empezó a conocerle de vista conjeturaba en su contra cosas tales como que había perdido la cabeza y le miraban al pasar con aprensión y lástima.
Pero él, hasta el día en que murió a una elevada edad, no dejó de visitar ni una tarde ese pequeño mundo que para ambos había sido el refugio en el que pasaron los mejores momentos de su vida.

Curiosa reflexión, ¿eh? Es lo que pasa cuando a uno le da por pensar y tiene demasiado tiempo libre... xD pero bueno, espero que al menos podáis sacar alguna conclusión de esta historia y os haga valorar más las pequeñas cosas con vuestros mejores amigos, porque el poder vivir cada día como si fuese a ser el último es lo mejor que podemos hacer mientras vivamos.

Autor: Dantedart

4 comentarios:

  1. Ya... me di cuenta más tarde xD Usted perdone, eh?

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  2. edwin brandon samir maldonado rios28 de octubre de 2010, 16:56

    esta super la historia casi supera ala historia de los dos amigos version en que uno muere y el otro le queda de recuerdo una pelota por la cual se habia dejado de hablar muchos años

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