lunes, 22 de febrero de 2010

I JUEGO: 7 PALABRAS, RELATO 13

"Llevaba en la fiesta más de una hora. Las tres copas de Champán estaban empezando a hacer efecto. Todo me daba vueltas.
Me dirigí hacia el baño… Tenía ganas de vomitar. Pasé al lado de dos hombres que iban vestidos con un traje negro que seguramente les habría costado una fortuna. En sus ojos vislumbré el menosprecio que sentían acerca de los que no éramos como ellos, los que no éramos “ricos”.
El baño era, como decirlo… Muy lujoso. Las paredes eran blancas con dibujos dorados. Las puertas de los servicios tenían dibujados extraños dibujos con un material que no supe concretar.
Cada vez me sentía peor. Todo comenzó a darme vueltas hasta que caí sin sentido al suelo."

-Eso es todo lo que recuerdo, cariño.
Acababa de terminar de relatarle la historia a mi esposa. Ésta había estado muy preocupada toda la noche, puesto que no había vuelto a casa.
Miré la lámpara que había a su lado. Emitía una energía espectral que no había notado antes.
Una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo. Algo no iba bien.
-¿Qué ocurre?-le pregunté con cierto tono de preocupación a mi señora.
Ella se giró hacia mí. Su mirada era indescriptible. No supe nunca lo que había querido decir.
Las velas que se consumían con un fuego dorado se apagaron de golpe por una ráfaga de viento. No sabía de dónde provenía. Todas las ventanas estaban cerradas.
Se acercó y me besó en la boca. Después me quitó la camisa y comenzó a darme masajes.
Ella solía ser reacia a darme “mimos”. Me aparté de ella asustado. Ahora estaba completamente seguro de que algo no iba como debía.
La miré a la cara. Dos lágrimas resbalaron por su suave piel. Me miró con tristeza. Nunca la había visto así.
-Cariño. Me voy…
-¿Qué?-lo que acababa de decir no tenía sentido.
-Déjame terminar, por favor.
Guardé silencio.
-Me voy… Me voy a morir.
El alma se me partió en mil pedazos. Era la noticia más dura que había oído en toda mi vida.
Me miró de nuevo. Intentó sonreír lo mejor que pudo y, entre sollozo y sollozo, consiguió articular: “TE AMO, Y SIEMPRE LO HARÉ”.

Autor: David Urbano

No hay comentarios:

Publicar un comentario