lunes, 22 de febrero de 2010

I JUEGO: 7 PALABRAS, RELATO 14

Es increíble lo que se puede llegar a sentir en un instante. Sucedió en pocos segundos. Su mirada penetro en mis pupilas cuando nos cruzamos por una avenida. Note un cosquilleo que recorría todo mi cuerpo, de arriba abajo. Una conexión especial, una energía que me hizo sentir muy bien.
No podía dejar pasar esa sensación y después de dudarlo mucho decidí darme la vuelta e ir en su búsqueda. No hacía falta fijarme en el rostro de los viandantes, porque sabía que cuando lo encontrase notaria esa sensación. Y así fue. Note un fuego en mi interior que cada segundo ardía más. En ese momento se volvieron a cruzar nuestras miradas. Sobraban las palabras. Existía una atracción que iba mucho más allá de un flechazo. Decidimos acordar una cita esa misma noche. No podíamos perder el tiempo.
Así fue, en esa casita en medio del bosque. Champán, fresas, nata…y un deseo que superaba cualquier obstáculo. Empezamos a besarnos, como si fuera la última oportunidad de hacerlo. Le quite la camisa, tenía ganas de tocar su piel y decidí hacerle un masaje en la espalda. No creo que pueda olvidar ese momento rodeados de velas aromáticas que hacían ese momento más romántico. Me estaba enamorando.
Comenzamos una relación a la misma vez que nos conocíamos poco a poco, y fue en ese momento cuando descubrí que no era todo tan perfecto. Empezaron las disputas; en el mejor de los casos, me insultaba o intentaba dejarme en ridículo delante de los demás… en una palabra me menospreciaba, me hacía sentir inferior. Algo que nunca llegue a entender después de todo lo que habíamos vivido. Por desgracia ahora es tarde. Ese fuego se apagó, pero no fue por mi… él apagó ese fuego a la misma vez que terminaba con mi vida.

Autor: Relatos Cortos

No hay comentarios:

Publicar un comentario