lunes, 22 de febrero de 2010

I JUEGO: 7 PALABRAS, RELATO 16

Autor: Andrés Herrera González

Un techo diferente, fue lo primero que vi al abrir los ojos. Me encontraba tumbado boca arriba en un sofá,

pensando en mi súbito y prematuro despertar, aun estaba oscuro pero podía notar en la ventana el tenue azul del alba. Estaba desorientado y un poco aturdido, esta no era mi casa ni la de ningún amigo pero igualmente solo quería seguir durmiendo, no entendía que me había despertado ya que reinaba un silencio absoluto y tampoco hacia frio. Una extraña sensación me invadía, incertidumbre tal vez por no saber en dónde me hallaba, o quizás rabia por haber despertado de mi hermoso sueño. Acababa de recordar, estaba soñando contigo, un sueño muy extraño y estúpido; yo estábamos en una cabaña cerca de la playa, y tú me entregaste un osito de peluche bastante pequeño. Me dijiste: este es (no puedo recordar su nombre) se lo tiro a las olas que me traen tristeza. Qué demonios quería decir eso, los sueños son extraños lo sé, pero eso fue loco. Un efímero momento de felicidad producido por tu recuerdo me invadió, pero con la misma velocidad se desvaneció ya que no terminaba de comprender; ¿acaso yo te traigo tristeza? No tiene sentido todo lo que he hecho es quererte. Gire la cabeza y vi una botella bacía de champan en la mesa. De golpe vino a mi cabeza la razón por la que me encontraba en aquellas circunstancias, todo comenzó con aquella botella.
Aplaudiendo sin emoción miraba las 17 velas que adornaban el pastel de la mesa. Era el cumpleaños de una amiga, pero yo no estaba para celebraciones. Me senté en una silla ligeramente apartado del resto del grupo, todos bailaban y charlaban, el ambiente estaba lleno de energía, excepto por mí. Algunas chicas se acercaron queriendo bailar, pero yo me rehusé, solo quería quedarme allí sentado. Un amigo se acerco, quería saber la razón de mi pésimo estado de ánimo, le dije que no pasaba nada, pero él conocía bien la razón. Me dijo ¿M.A verdad?... (Lleno de ira y celos, viendo como bailabas con todo el mundo, era difícil disimular mis sentimientos) Si… le conteste. Me dijo que no me preocupara, que había muchos peces en el mar, ¡ja! típico consuelo. Cansado de mi mal humor se levantó y se fue, no me importo, no me importaba nada, solo podía pensar en ti, en el por qué de tu frialdad y menosprecio a todo lo yo podría hacer. No querías hablarme, ni siquiera me saludaste. ¿Por qué Todo lo que he hecho es quererte, y desde que lo sabes me evades, me odias. Dijiste que no te gustaba bailar ni tomar, pero allí estabas haciendo ambas cosas con vehemencia. Que estúpidas son las adolecentes, pensé que eras diferente, pero todas caen en la trampa.
Intentando evadir el dolor q me producía verte, me levante fui hacia la mesa, tome una botella de champán y salí al balcón. Una pequeña briza acariciaba mi rostro, me recordó la briza salina de la playa……..la playa en que te conocí…….. ¡Maldita sea! porque será que cuando estas enamorado todo te recuerda a esa persona, no hay escapatoria al dolor. Miré al cielo, había luna llena; nos conocimos bajo la luna llena, demonios ¿esto podría empeorar?!!…Un perfume de rosas llego a mi nariz….el mismo perfume q tu usas, no puede ser, ahora si estoy enloqueciendo. Unas manos se deslizaban por mi abdomen acariciándome, el mismo masaje q acostumbrabas hacerme………. giré, y vi tu rostro.
Un tímido hola salió de tus labios, yo estaba mudo, estaría soñando, no era posible. Hola dije finalmente…… no sabía que más decir, pero las palabras comenzaron a salir de mi boca sin proponérmelo, te dije: creí q no querías hablarme, creí que me odiabas por amarte, se que borraste todos mis mensajes. Estabas muda y sólo me mirabas, te acercaste, era muy claro lo que querías, era muy claro por qué lo querías. Ya habías tomado bastante… te dije: no quiero que lo hagas, es solo un impulso, sería un beso vacío y sin sentido. Tu mirada se clavo en la mía, pude ver la luna en tus ojos, esa luz nacarada que despertó mi pasión, brillaba ahora para mostrarme la sinceridad de tu alma, todo parecía muy claro. Tu beso revivió el fuego que tiempo atrás habías abandonado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario