Autor: Rubén Alfonso.
Primer encuentro.
Tuviste la sensación de que un rio de fuego fluía por tus venas. Te quemaba su presencia y su cercanía.
El aire se te hacia escaso para ser respirado por los dos en el reducido espacio de aquel cuarto de motel barato. La noche entró en la habitación y el intento, con el tenue resplandor de unas velas, mitigar la oscuridad del lugar. Comenzó despacio como quien teme quebrar algo. Con masajes suaves y sensuales acaricio tus hombros y con besos leves rozo tu cuello. Destapo al fin el champán y te alcanzo una copa. No dio tiempo a que terminaras su contenido y con menosprecio absoluto por la paciencia y la contención se abalanzo sobre ti. Te desnudo con prisa, te amo sin mesura y te poseo al fin. Fue entonces tanta la pasión y la energía de aquel momento primero que una luz azul emergió de sus cuerpos sudorosos y se elevó hasta el cielo anunciando la hermosura de aquel encuentro.
Hace 4 años
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